viernes, 29 de noviembre de 2013

Noviembre, dichoso mes... Recibiendo al frío. Bufandas calentitas

Si me descuido un poco se me acaba el mes de noviembre. Estas últimas semanas se me han pasado volando.

Lo cierto es que he hecho muchas cosas. He leído, he disfrutado de mis nietos, he quedado con amigas (menos de lo que hubiera podido, pero me he vuelto perezosa), he hecho labores nuevas para ese pequeñín que está en camino y que será mi séptimo nieto y, con la llegada del frío, he aprovechado para hacer dos regalos de santo y cumpleaños a Diego y Marta.

Les he tejido unas bufandas de lana, suaves y calentitas para que se acuerden de su abuela cuando salen temprano para ir a clase. Así están abrigados y guapísimos. ¡Qué voy a decir yo! Tenéis que creerme porque solo me dejaron fotografiar la bufanda.


La lana que he utilizado es de la calidad Azteca, de Katia y, como siempre, la he comprado en Lanas Sixto de la calle Atocha, 9 de Madrid. (No me dan comisión por la publicidad, pero siempre están dispuestos a ayudarme y a aconsejarme bien)
He usado dos ovillos de 100 gr. cada uno y la he tejido con agujas del nº 6.




La de Marta tiene 39 puntos tejidos a elástico 1/1 y mide más o menos 1,70 m de largo total. Estupenda medida para darse tres vueltas si hace mucho frío. Está cerrada, uniendo los puntos de la última vuelta (sin cerrarlos) uno a uno, con los de la vuelta del comienzo de la labor, con una puntada sencilla.


Para Diego escogí de la misma lana, unos ovillos como de cine en blanco y negro, que una vez tejidos quedan muy originales.



Está tejida igual que la de Marta pero tiene 41 puntos de ancho, así que al final mide 1,60 m




Está cerrada igual que la otra y haciéndolo con cuidado es difícil encontrar la costura.
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No quería terminar el mes de noviembre sin recordar el refrán que siempre decía mi madre: Dichoso mes que empieza con Los Santos y acaba con San Andrés. Muchas felicidades a algún Andrés al que quiero mucho.

Sigo con las labores y ya os contaré qué tal me quedan.
Abuela Ana.